lionel Messi apuró hasta ayer en Formentera junto a su novia, Antonella Rocuzzo, sus últimos días de vacaciones antes de incorporarse hoy a los entrenamientos del Barça. El jugador, a pesar de su habitual timidez, derrochó amabilidad y se mostró feliz pese al acoso de los veraneantes que estos días inundan la pequeña y tranquila isla balear, a la que llegó el miércoles tras haber descansado en Argentina. Como una pareja de turistas más, Messi y Roccuzzo desmentían sin necesidad de palabras los rumores sobre su ruptura.
Vestido con un pantalón deportivo oscuro y una camiseta blanca, a última hora de la tarde del sábado Messi paseaba descalzo junto a la carretera de Es Caló. Con él iban su novia y otra pareja de amigos que esperaban con estoicismo las continuas paradas del jugador para atender las peticiones de sus fans.
Una de las que no dudó en parar al jugador para pedirle una foto conjunta fue Olga Domènech, que pasó mucho más desapercibida en la isla a pesar de que esta temporada, lo mismo que Messi, también ha levantado la Copa de Europa como capitana del equipo de waterpolo del Club Natació Sabadell, la primera vez que lo consigue un equipo español. «Ha sido muy amable», explicó radiante la jugadora del Sabadell
tras posar con el crack argentino y poner a buen recaudo la imagen que tenía grabada en su móvil.
Otras fotos del jugador con turistas en Formentera corren desde ayer por los foros de internet. Apenas cuatro días
en la isla han servido al jugador para desconectar definivitamente de la tensión que acumuló durante la temporada con el Barça y, sobre todo, con la selección de Argentina en la Copa América.
A primera hora de la mañana de hoy debe volver a entrenar con el Barça. El domingo le espera el Real Madrid en la Supercopa, la primera cita oficial que tiene el club esta temporada. El fisioterapeutaJuanjo Brau se ha encargado durante estas vacaciones de que no descuide su preparación.
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